Conclusiones


Como conclusión final a este trabajo, podemos destacar que no nos pareció un tema nada fácil al principio. Las razones de este prejuicio inicial eran diversas. En primer lugar, no conocíamos nada de este tema, por lo que nos iba a resultar muy difícil poder realizar un proyecto en el que existía una parte teórica de la cual no sabíamos como acceder a ella. En segundo lugar  no veíamos la finalidad didáctica ni el por qué de llevar los videojuegos al aula.

Nuestra motivación respecto a este tema era nula, lo cual era un obstáculo que debíamos superar cuanto antes para poder llevar nuestro proyecto al aula y conseguir motivar a los alumnos también, pues, en nuestra opinión, incentivar a un grupo de personas sin nuestra propia motivación es algo imposible.
Videojuego lo asociábamos a jugar, pero solamente a eso. Esto nos daba problemas a la hora de realizar también las sesiones, pues no conocíamos la manera de hacer que los alumnos se dieran cuenta de los aprendizajes internos estos poseen. También, si solamente conocíamos el lado de jugar, nos planteábamos la incógnita de cómo poder valorar el trabajo que realizaban.

No saber encontrar la información necesaria para nuestro trabajo era un aspecto que nos bloqueaba. Finalmente logramos contactar con Beatriz Marcano, la cual nos proporcionó, facilitó y ayudó en todo lo que estaba en su mano para que tuviéramos la información y nuestro proyecto siguiera adelante con unos resultados satisfactorios.

A parte de estos aspectos negativos, teníamos el reto de encontrar un colegio que aceptara un proyecto sobre los videojuegos, ya que es un tema que actualmente se encuentra completamente fuera del aula.  Primero tuvimos que encontrar un profesor que estuviera de acuerdo con el tema, que nos pusiera en contacto con su centro y finalmente acordar en qué horario lo realizaríamos. Esto último fue complicado, pues nosotras pensábamos hacerlo en horario escolar, pero el colegio que elegimos  no nos cedió horas en este horario, lo cual resultó un inconveniente para nosotras, pues nuestro objetivo principal era llevar los videojuegos al aula ordinaria de primaria, no a horas extraescolares.

Finalmente, una vez superados todos los inconvenientes anteriormente comentados, nos pusimos manos a la obra. Seguimos todas las indicaciones que Beatriz nos proporcionó, acudimos a un curso sobre el tema para conocer más y poder enseñar a los alumnos algo que no supieran.

El colegio elegido fue los Maristas Champagnat, con el que logramos llegar a un acuerdo respecto a las sesiones, horarios y número de alumnos que nos proporcionarían. Para ello tuvimos que reducir el número de sesiones que teníamos planteadas pues no había tiempo para realizar todas las propuestas. También ajustar el horario y concretar cómo conseguiríamos los recursos, pues nosotras no contábamos con todos los que necesitaríamos.

Con los conocimientos que habíamos adquirido pudimos elaborar unas sesiones para trabajar el tema de los videojuegos de distintas maneras y que los alumnos conocieran las diferentes aportaciones cognitivas y físicas que estos les proporcionaban.

Llegó la hora de llevar nuestras sesiones a la práctica. Sin duda fue nuestro incentivo para proseguir con el proyecto con éxito y que no decayera, puesto que el tema les interesaba y estaban motivados desde el principio, consiguiendo así motivarnos a nosotras también.

Las actividades las hemos conseguido llevar a cabo con éxito, exceptuando algún día que hemos tenido que luchar más con su comportamiento, pero, en general, hemos conseguido lograr los objetivos que habíamos propuesto y todas las actividades que habíamos planteado.

Viendo los resultados que nos han plasmado en las encuestas realizadas el último día, hemos observado que realmente han estado satisfechos de haber participado en nuestro proyecto y de haber realizado todas las sesiones, pues anteriormente solo habíamos contado con nuestra valoración personal y subjetiva al observar su comportamiento, pero no teníamos los resultados objetivos con la opinión de cada uno de ellos.

Finalmente hemos llegado a la conclusión de que poniendo empeño y esfuerzo en lo que se debe hacer, se pueden conseguir los objetivos planteados e incluso superando el reto de trabajar con un tema inesperado. Además nos hemos dado cuenta de que los videojuegos tienen más fines didácticos de los que pensábamos, que ofrecen mucha variedad de recursos, los cuales desconocíamos.

Por último, una vez más, trabajar con niños es algo muy satisfactorio.

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